EL TRABAJO EN EQUIPO II
EL ESTIMULO Y LAS
MOTIVACIONES.
El estímulo y las
motivaciones son las dos grandes alas de todo trabajo cooperativo.
Estimular es excitar,
incitar, mover con viveza a la realización de algo, o acelerar
una actividad, operación o función.
El estímulo no es un
apoyo blando y dulce. Es una intervención auténtica en la vida de
alguien.
El estímulo, en un equipo,
debe fluir en cuatro direcciones : arriba, abajo, a lo ancho, y
hacia dentro.
Motivar es dar causa o
motivo para algo. El término motivo proviene del latín MOTIVUS, de
MOTUM, supino de MOVERE, mover. O sea, un motivo es lo que mueve o
tiene virtud para mover.
El motivo moviliza hacia la
acción. Un motivo precipita la acción.
Es obvio que se necesita un
motivo para hacer cualquier cosa bien.
Las principales
motivaciones en un trabajo en equipo son similares a las
motivaciones individuales, a saber :
el deseo de seguridad, el de
una oportunidad (económica) y el de ver reconocidos los méritos
propios.
La diferencia entre el plano
individual y el cooperativo estriba en que, en este último
contexto, esas motivaciones se vuelven efectivas cuando se
mantienen en perfecto equilibrio psicológico con la comprensión
de que el buen funcionamiento del equipo garantiza los deseos o
motivaciones personales de cada miembro.
EL BUEN TRABAJO EN EQUIPO
ES, EN PRINCIPIO, UN SINTOMA DE CORDURA.
Hace años, antes de que se
implementaran mejoras en los hospitales mentales, un visitante era
escoltado a través del edificio por el superintendente. Finalmente
se le llevó a un balcón donde se veía una guardia donde se
mantenía a los ‘locos’ más peligrosos. ¡Cien lunáticos
violentamente peligrosos, vigilados por sólo tres guardias !
El visitante estaba
estupefacto. Se volvió hacia el superintendente y le preguntó :
‘¿No tiene miedo de que esos locos peligrosos ataquen a los
guardias ?’
El superintendente contestó
con calma : ‘NO, LOS LOCOS JAMAS SE UNEN’.
En esa declaración hay una
lección para todas las personas, grupos y naciones. Evidentemente, a
muchos de nosotros no nos impresionó suficientemente la sabiduría
que ha resonado a través de los años : ‘¡En la unión hay
fuerza!’ (SU MENTE CONSTRUCTIVA).
LA PRINCIPAL CUALIDAD
PERSONAL PARA EL TRABAJO EN EQUIPO.
‘Una persona experta es
capaz de trabajar con gente y para gente que posea rasgos que a
ella le disgustan.
Encuentra muchas personas
cuyos rasgos podrían ser cambiados, pero hasta que aprende a pasar
por alto los mismos y a concentrarse en el trabajo que ha de
realizar, no alcanza un estado realmente adulto. La capacidad para
separar las características personales de la posibilidad y
contribución a cualquier actividad no se logra rápidamente, pero
sí a través de muchas experiencias. Implica una disposición a
utilizar ideas y habilidades para la consecución de los propósitos
del grupo, prescindiendo de su origen y de la capacidad para ver los
puntos buenos de los demás, a pesar de sus rasgos indeseables. Esto
no significa una ausencia de sentimiento, sino una capacidad muy
sustancial para controlar los sentimientos’. (THE PSYCHOLOGY OF
DEVELOPMENT)